Historia

La industria del cobre y de sus aleaciones se inició en Córdoba en 1917. En este año se fundó Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas, S.A. (S.E.C.E.M). La localización de la compañía se debió fundamentalmente a la proximidad de la ciudad de Córdoba a los recursos mineros de Huelva y Río Tinto, y a las fuentes de energía de la central de Peñarroya en Sierra Morena.

Desde entonces se ha desarrollado en la zona una arraigada cultura en la fabricación de productos semitransformados de cobre (alambrón, barras, planos y tubos).

En 1978, la dirección de S.E.C.E.M. llegó a un acuerdo con otras tres empresas del sector del cobre -Pradera Hermanos, Sociedad Industrial Asturiana, S.A. y Earle-, que conjuntamente controlaban más del 70% del mercado nacional, para fusionarse en una única empresa que se denominó Ibérica del Cobre, S.A. (Ibercobre). De éste modo se pretendía hacer frente a la crisis industrial.

A finales de 1989 la multinacional finlandesa Outokumpu compró el total de las acciones de Ibercobre. La planta de Córdoba se dividió en tres entidades jurídicas independientes: Outokumpu Copper Brass Rod, S.A. especializada en la fabricación de barras y perfiles, LOCSA dedicada a la producción de planos, y OKC Wire Mill especializada en alambrón.

En el año 1994 Outokumpu vende la compañía y pasa a estar bajo el control de D. Arturo Iglesias, empresario español con una larga trayectoria en el metal aunque su presencia se mantiene bajo la cobertura de un importante acuerdo de colaboración técnica y comercial.

Outokumpu Copper Brass Rod, S.A. modificó su denominación social por la de Peninsular del Latón, S.A. el día 26 de abril de 1995, y la fábrica pasó a especializarse en la fabricación y suministro de barra de latón, en sus diferentes formas, medidas y aleaciones.

A partir de 1995 la nueva propiedad inicia un proceso industrial que se puede resumir en los siguientes puntos: modernización, estandarización de la producción, mejora continua de la calidad y aumento de la productividad.